El Gobierno de Venezuela reconoció este lunes que tiene detenido al gendarme argentino, Agustín Nahuel Gallo. Lo informó en conferencia de prensa el ministro del Interior, Diosdado Cabello, mano derecha de Nicolás Maduro.
«Con respecto a lo que dice la Cancillería argentina, cómo les ha dolido eso. Una persona fue detenida. Se meten en su Instagram y da la vuelta al mundo. Viaja por todo el mundo, pero su sueldo es de 500 dólares. ¿Cómo lo logran? ¿Qué venía a hacer a Venezuela?», dijo ministro del Interior, sin mencionar directamente al Gendarme.
Gallo fue detenido el pasado 8 de diciembre tras ingresar a Venezuela desde Colombia para visitar a su pareja venezolana y su hijo. «¿Cuál era su tarea aquí en Venezuela? Eso no lo dice. Probablemente, nosotros lo diremos en algún momento», afirmó Cabello, sin dar información sobre la ubicación concreta del gendarme.
Además, el ministro puso en duda la versión de una visita familiar y se preguntó. «¿A qué venía a Venezuela? Todos ponen una fachada. Tenía su novia, su novio. ¿Usted se quiere casar? Véngase para Venezuela. ¿Quiere conseguir un novio o una novia? Véngase para Venezuela. Todos ponen esa excusa. Les dolió, les dolió. Venía a cumplir una misión. Y no es que ha sido abortada la misión. Le hemos dado un golpe duro», indicó.
Tras la detención de Gallo, la Cancillería activó los mecanismos diplomáticos necesarios en búsqueda de intermediarios que puedan dialogar con la administración bolivariana por el futuro del gendarme.
El efectivo de Gendarmería Nacional es oriundo de la provincia de Catamarca y se encontraba en Colombia como parte de una misión de la fuerza y había viajado a Caracas para visitar a un familiar de su pareja.
En comunicación con su esposa, María Alejandra Gómez, y familiares, desde Casa Rosada aconsejaron iniciar acciones legales a través de la intervención de un abogado por la situación que atraviesa el argentino que viajó a Venezuela a visitar a su familia.
En paralelo, el canciller Gerardo Werthein activa la búsqueda de mediadores entre Colombia, Francia y Brasil, para replicar lo que ocurre con los asilados en la embajada argentina en Caracas, quienes se encuentran bajo la tutela del presidente de Brasil, Luiz Inació Lula da Silva.
Esto se debe a que Maduro se niega a entablar diálogo con el gobierno libertario, enemistado desde su autoproclamada reelección.