El fiscal General Armando Agüero, de la II y IV Circunscripción, alertó sobre esta modalidad de estafa dirigida a municipios de La Pampa. Tanto en Santa Isabel como en Colonia Barón se repiten los patrones de hackeo: “Les aparece una ventana emergente que, lejos de ser una publicidad o un virus de internet, es un anzuelo para hacer clic y dar el ‘ok’ para que un hacker ingrese al sistema y realice transferencias bancarias sin ningún consentimiento”, afirmó Agüero.

En Santa Isabel, la contadora municipal detectó una transferencia no autorizada de 10 millones de pesos y bloqueó las cuentas, evitando así que se concretara la transacción. Sin embargo, en Colonia Barón, fue demasiado tarde: al revisar los movimientos, confirmaron al menos dos transferencias no autorizadas por cifras millonarias.

SANTA ISABEL

La novedad llegó a los medios a través de una gacetilla del Ministerio Público Fiscal de la IV Circunscripción Judicial, que informaba sobre la investigación de un intento de estafa cibernética en las cuentas bancarias de la Municipalidad de Santa Isabel. La secretaria de Finanzas del municipio presentó una denuncia tras descubrir una transferencia no autorizada de 10 millones de pesos, que no se habría concretado, según la gacetilla. La causa está caratulada Estafa en grado de tentativa a cargo de la fiscal María Nemesio, de la IV Circunscripción.

COLONIA BARÓN

La denuncia en Colonia Barón se realizó el lunes 29, aunque el hackeo también ocurrió el viernes 25, el mismo día que en Santa Isabel. La modalidad se repitió: recibieron una ventana emergente pidiendo la instalación del complemento de seguridad Trusteer Rapptor. Según consta en la denuncia, el aviso había aparecido durante más de tres meses, y lo subestimaron. Ante la consulta con el programador municipal, este les informó que podría tratarse de publicidad del navegador y no un virus que afectara el home banking.
La investigación se lleva a cabo en la Fiscalía de Delitos Económicos de la Segunda Circunscripción Judicial, a cargo del fiscal adjunto Matías Juan.

Lo cierto es que no era un virus, sino un anzuelo para hacer clic y dar el “ok” para que un hacker ingresara al sistema y realizara transferencias. ¿Cuántas se realizaron? Al menos, dos, por un monto aproximado de 26 millones de pesos.

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