La gran obra de la Municipalidad de General Pico que apunta a mejorar no solo la estadía, sino la calidad de vida de perros adultos y cachorros de nuestra ciudad, se encuentra en su tramo final de ejecución y será inaugurada a la brevedad. El traslado de los animales se hará de manera paulatina, con una previa observación y diagnóstico de cada ejemplar y con el acompañamiento de especialistas en un operativo seguro y coordinado.
En este sentido, el Nuevo Refugio Canino ya se encuentra en una hectárea del campo UDEP “Dr. Hugo Roberto Álvarez”, cedida por la UNLPam, espacio al que trasladarán a los canes que actualmente se hallan en el predio del barrio Carlos Berg en un importante operativo seguro y en óptimas condiciones.
El proceso de adaptación de los perros que actualmente viven en el viejo establecimiento, ubicado en las calles 44 y 5, a las nuevas instalaciones se está llevando adelante junto a un equipo de veterinarios y a un especialista en comportamiento canino.
De esta manera, y desde hace un tiempo prudencial, se está evaluando el comportamiento de los caninos en grupos a través de pruebas de convivencia de acuerdo al carácter de cada animal.
El fin del procedimiento es lograr una buena respuesta y afinidad entre quienes van a ser compañeros en los caniles comunitarios. Para ello ya se retiraron 3 tejidos divisorios de 2 canileras del actual refugio con el objetivo de recrear las dimensiones que tendrá el nuevo espacio y fomentar el contacto entre los canes.
Cabe mencionar que la superficie que tendrá cada nuevo canil será de alrededor de 50 m², a diferencia del viejo refugio donde los más grandes tienen un perímetro de 30 m².
Al finalizar el operativo de traslado, los grupos de perros establecidos de acuerdo al carácter serán reevaluados, y en caso de ser necesario, los canes que no se adapten serán reasignados a otro grupo donde compatibilicen mejor.
La última etapa además, apunta a disponer de mayor forestación para el predio con el objetivo de cubrir todo el perímetro. Esta semana se plantaron tilos, entre las filas de canileras, una especie con abundante follaje, perenne, que ayuda a paliar las altas temperaturas estivales.
Más infraestructura, más comodidad
El nuevo Refugio Canino cuenta con una hectárea de superficie con 24 caniles “comunitarios”, divididos en 4 naves, separadas por pasillos intermedios, de 5 metros de ancho, por 10 metros de largo, con techo de chapa con pendiente. Este sector cuenta con paredes de material en todo el fondo, y parte de sus laterales, el resto de las paredes serán de alambre romboidal, con zócalos de concreto, puertas de hierro y alambre.
A diferencia del actual Refugio que posee suelo de tierra, el piso de las nuevas instalaciones tendrá una parte de cemento donde los animales podrán guarecerse y protegerse en caso de lluvias. Además, habrá dos tanques elevados con 8 canillas para su limpieza y riego.
De la misma manera se dispondrá de 30 caniles “individuales” de 2 metros de ancho por 4 metros de largo, con las mismas características que los anteriores.
También funcionará un depósito para herramientas, alimento y materiales de cirugía; y una oficina para el personal.