El senador de la Nación, Daniel Lovera, actual secretario general del Centro de Empleados de Comercio, y Mariana Raimondi, secretaria general adjunta de la organización, ofrecieron sus puntos de vista sobre la realidad de los trabajadores y trabajadoras en esta crisis económica generalizada que se vive en Argentina.
¿Cómo ve al sector de los mercantiles en medio de esta crisis?
Los sindicatos hemos sufrido desprecio por parte de este Gobierno Nacional, que a través de la indiferencia no ha hecho más que profundizar las divisiones entre los argentinos como única estrategia para proyectarse en el poder. Hoy, nos queda muy claro que esa receta no le alcanza, porque ha desatado una crisis que dejó al país entero sumido en la pobreza, con una desocupación de dos dígitos y con índices de indigencia muy preocupantes. Tuvimos que lidiar demasiado tiempo con el fantasma de la reforma laboral y con la preocupación e incertidumbre de las familias trabajadoras que no sabían hasta cuándo iban a tener empleo. Las PASO del 11 de agosto nos abren una esperanza de transformación, pero el precio a pagar ha sido demasiado caro para la sociedad argentina.
¿Cómo viene la situación en nuestra provincia?
No somos ajenos a este marco de dificultad, La Pampa no es una isla y el impacto se siente en todos los sectores. No hemos tenido despidos masivos más allá de los que todos conocemos. Muchos comerciantes han visto resentidas sus cuentas y, lógicamente, se han complicado para generar condiciones de nueva empleabilidad. Desde el sindicato, sostenemos programas solidarios propios y trabajamos en la contención de las necesidades que surgen, día a día, en todas las familias mercantiles con una mirada global que tiene a la salud como principal área de asistencia. Para ello, hemos creado el programa PAIS, que solo aplica a la zona que atiende nuestro sindicato y les entrega a las afiliadas y los afiliados soluciones concretas que hacen a su tranquilidad familiar. En un marco general de crisis hacemos nuestra la responsabilidad de ser parte de la solución y no del problema, como lo ha hecho siempre el sindicalismo en nuestro país en los momentos difíciles de nuestra historia. A los trabajadores y las trabajadoras les queremos transmitir esperanza. Sabemos que la mejora concreta en las condiciones de empleo será a partir de motorizar herramientas productivas que permitan el crecimiento de las fuentes de trabajo.
¿Qué piensa de la situación nacional?
Hay que reactivar en forma urgente el consumo interno, mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores y las trabajadoras y, al mismo tiempo, acompañar con medidas a las PyMEs, a los comerciantes. El peor indicador de deterioro de una Nación es el desempleo. Urgente, hay que mirar el país en forma integral sabiendo que los ciudadanos y las ciudadanas tienen el mismo valor vivan donde vivan. Eso es federalismo. Nosotros, con las políticas de descentralización propuestas por el gobernador Verna, siempre fuimos un ejemplo de eso en nuestra provincia. No podemos concebir un país que se aparte del modelo federal, y también practicamos ese precepto desde nuestro sindicato. Sabemos que el conocimiento del territorio es clave para constituir un diagnóstico que nos permita llegar a atender las necesidades de cada uno de nuestros afiliados y nuestras afiliadas; y eso es exactamente lo que hacemos.
¿Cómo ve, institucionalmente, la Argentina que viene?
Veo, fundamentalmente, una Argentina madura, o al menos es lo que espero. Una Argentina con instituciones comprometidas y respetuosas de las decisiones de las mayorías, pero también poniendo atención en las minorías. Debemos honrar siempre lo que dicen las urnas, porque los resultados de cada elección no definen solo el color político de los gobernantes; los resultados representan siempre un mensaje que quienes tenemos responsabilidades institucionales debemos reconocer e interpretar con conciencia, para actuar de acuerdo a lo que nuestra sociedad expresa como necesidad y deseo. Argentina es un país que sabe crear sus propias oportunidades, y esta coyuntura crítica no va a ser la excepción. El trabajo mancomunado es la herramienta que, a lo largo de la historia, ha sabido sacarnos adelante como país aun en los peores escenarios.
Mariana Raimondi, secretaria general adjunta del CEC.
Desde nuestra organización, hombres y mujeres, pero sobre todo cada vez más mujeres, estamos abocadas a la ardua tarea de sostener nuestros programas esenciales para que los afiliados y las afiliadas no vean resentida su calidad de vida. Estamos ante complejos momentos, la pobreza ha aumentado considerablemente y nos causa mucho dolor. Por eso, hoy más que nunca, estamos comprometidas y comprometidos a trabajar con todas nuestras fuerzas, no solo para remediar esta situación, sino también para avanzar en un camino de transformación más duradero.
Para ello, la participación es vital. Nuestros jóvenes y nuestras mujeres necesitan ser escuchados y contenidos, pero también se deben generar espacios para que puedan ocupar lugares estratégicos. Orgullosamente, nuestra organización, el Centro de Empleados de Comercio de General Pico, tiene hoy la mitad de los cargos decisores ocupados por mujeres, mujeres luchadoras, que representan muy bien los derechos de nuestras trabajadoras.
Quiero dar a conocer mi forma de ver la realidad y de sentir este momento, quiero agradecer el enorme trabajo de Daniel Lovera. Un enorme trabajo que se refleja en la capacidad de gestión y administración del sindicato y también en la predisposición al trabajo en equipo. Coincido en que en equipo es posible lograr nuestros objetivos institucionales. Concebimos así el trabajo. Vamos a seguir profundizando estos esquemas de participación en la firme convicción de que todo es para mejorar la vida de nuestros trabajadores y nuestras trabajadoras.
