Una multitud acompañó la última jornada de la Feria Nacional de Artesanos en esta ciudad, que hizo que por momentos fuera imposible caminar por las veredas de la plaza San Martín. Seguramente que la gran cantidad de público que acompañó esta nueva edición va hacer pensar a los organizadores y las autoridades municipales a trasladarla a otro espacio más amplio y con mayor comodidad, tanto para los artesanos como al público.
Si bien algunos defienden que «las plazas son de los artesanos», algo que no todos comparten porque estos espacios son de la gente en general, chicos, jovenes, familias y abuelos, el gran movimiento de gente que produjo esta 3° edición fue quizás superior a otros años.
En cuanto a las ventas, los artesanos mostraron distintas visiones. Los artículos de bajo costo se vendieron muy bien, puntualmente hasta 200 pesos, mientras que los de mayor precio la comercialización no fue buena.
«Esto puede pasar de vender más o menor. Lo importante que hubo mucha gente y eso General Pico te lo garantiza. La venta después tiene que ver con otras cosas», dijo uno de los artesanos consultados.