Transener, la empresa transportista de electricidad controlada por Pampa Energía y la estatal Ieasa en partes iguales, afirmó que el apagón del domingo 16 de junio “no fue consecuencia de subinversión alguna”, y pidió “disculpas a la población por los trastornos causados”.
Asimismo, agregó que entre “los motivos principales que contribuyeron a que una falla fugaz genere el desequilibrio del sistema”, se menciona las “condiciones climáticas adversas; el by pass entre la línea Campana-Colonia y la línea Colonia Elía-Manuel Belgrano, a raíz del traslado de la Torre 412; y el despacho de generación asimétrico, posible por las condiciones de baja demanda, con fuerte preponderancia del Norte”, señalan.
Y agregan que “dado el cambio de la configuración, a raíz del by pass, el sistema automático de protección y control, denominado DAG (Disparo Apertura de Generación) no se adecuó correctamente y no reconoció las señales emitidas por los sistemas de protección”.
Además, en el comunicado Transener explica que el DAG, fue diseñado de manera conjunta por Cammesa (la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) y otros agentes del mercado, y traspasada a Transener para su operación y mantenimiento en el año 2000.
Agregan que ese dispositivo “tiene como función la desconexión de generadores ante perturbaciones en las redes, lo cual, juntamente con los esquemas de alivio de demanda y estabilidad del parque de generación, son los mecanismos que permiten acotar el alcance de la perturbación y evitar el colapso del sistema”.
El DAG fue concebido como “un sistema automático de protección, cuyo diseño fue programado para fallas simples”, pero luego el “inadecuado reconocimiento” de las señales de protección “el automatismo interpretó a la falla simple como doble e inhibió su actuación”, señaló la empresa.
Según Transener “en el área en que se produjo el evento la reposición fue inmediata, pero también fue rápida la reposición del servicio general (en 8:30 horas se había repuesto el 75% de la demanda del país)”, explican.
En esa línea, recalcan que “todas las instalaciones del sistema de transporte estuvieron disponibles de manera inmediata y respondieron de manera adecuada a los requerimientos de maniobras”.
En cuanto al plan de inversiones “creciente y sostenido” de los últimos tres años, que triplicó el promedio del período 2002-2016, explican que los indicadores de calidad técnica “han sido sensiblemente mejores a los requeridos por el contrato de concesión y muy superiores a países de la región e inclusive desarrollados”.
A modo de conclusión manifiestan que “fallas similares se han producido en muchos otros países, como EE.UU., Suecia, Alemania o Italia. La clave de la robustez de los sistemas de transporte radica en la rapidez con la que se recupere el servicio eléctrico”, informó Transener.