“Peña no se acuerda ni donde queda La Pampa”, declaró el vicegobernador, Mariano Fernández, respecto de la intervención de Marcos Peña en la Cámara de Diputados.
Otra vez el Gobierno Nacional se encargó de menospreciar a todos los pampeanos. Parece que es condición, para ser funcionario del PRO, la improvisación. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, demostró lo que le interesamos como provincia, no solo por las imprecisiones que desnuda su lectura titubeante en la Cámara de Diputados de la Nación, sino además, por dejar confirmada una mirada centralista a partir de su gesto despectivo hacia el interior. La información es tan imprecisa que hasta se hace difícil corregirla. Está todo mal. Y como nuestro Gobierno Provincial sí se ocupa, lo que pasa en La Pampa lo sabemos perfectamente los pampeanos.
A modo de ejemplo, podemos decir que la Provincia tuvo que hacerse cargo de un alteo -con fondos propios- sobre una ruta nacional que todavía podría seguir inundada -Bajo Giuliani-. También estamos esperando la construcción de los jardines que prometió Macri en su visita a La Pampa de hace más de dos años; y aquí es bueno recordar que nuestra provincia quintuplica en porcentaje los recursos nacionales para ofrecer la mejor calidad educativa. Esto es solo por enumerar algunas cosas vinculadas a los temas que el jefe de Gabinete expuso. Peña no se acuerda ni dónde queda La Pampa. Y nosotros avanzamos, aún con la piedra en el zapato que representa el desprecio nacional y con la reducción sistemática de recursos, a nivel porcentual, que sufrimos año a año. Además, claramente el Pacto Fiscal no se firmó porque hubiera representado hacernos funcionales a la miseria que el Gobierno Nacional impone a todos lo argentinos. Si hubiésemos cedido a las presiones para tener la relación que a Peña le gustaría, los pampeanos estaríamos pagando las consecuencias de la inoperancia de Macri.